La guiso de Alberjón es un plato auténtico que reforzó el alma con cada mordisco. Un tesoro perfecto para ocasiones fríos, donde las vibraciones cálidas de la sabor se fusionan con el aroma fuerte del carne. Unos pedacitos de legumbres aportan un puntada refrescante. Lacaldo se sirve comúnmente con un galleta recién horneado.